jueves, 11 de marzo de 2010

Repitiendo Canencia

Después de ausentarme durante unos cuantos días (debido entre otras cosas al mal tiempo y al fallecimiento de un familiar que impidió mi debut este año en el Open de Madrid), hoy por fin he vuelto a salir a entrenar.
El día ha sido frío, pero un frío seco, no ha aparecido el temido dios eolo y nos ha azotado como estos días atrás en los cuales hacía que uno apenas avanzase y que casi lo tirase de la bicicleta. La ruta de hoy ha sido corta, apenas 50km., para subir Canencia. Desde la salida de Soto ya Diego nos ha llevado a un ritmo alegre, quizás demasiado, que ha hecho que cuando llegamos a Miraflores la media de velocidad fuese de 31km/h, bastante, teniendo en cuenta que el ritmo de salida no fué muy alto, y es que por esa carretera de "toboganes" que lleva desde Soto hasta Miraflores la verdad que se ha ido muy rápido. Nada más llegar a Miraflores y tomar el desvío a Canencia, el susodicho Diego ha metido un palo de no te menees y en un abrir y cerrar de ojos ya nos metía 100 mtrs. de ventaja, distancia que en esos primeros kilómetros ascendió aun más. Bustillo no se lo pensó 2 veces y salto tras él, mientras que Antonio Raúl se lo tomaba con calma y yo por mi parte, en vez de cebarme con el fuerte ritmo que impuso Diego, decidí mantenerme al mío, eso sí, sin llegar a perder la referencia visual del dúo de cabeza.
Hay que saber que tras un primer kilóemtro durillo, el puerto de Canencia te da 2 aproximadamente de descanso, y es ahí donde aproveché para exprimirme un poco más, momento en el cual atrapé y rebasé a Busti, el cual ya iba tocadillo, y poco a poco comencé a recortar distancias a Diego. Justo al iniciar el puerto, Diego se da la vuelta, por motivos laborales, y yo por mi parte decidí seguir con buen ritmo para delante. Lo cierto es que el paisaje era espectacular, todo nevado, y la carretera limpia con la nieve acumulada en la cuneta, te hacía parecer que estabas en la París-Niza poco más, con sus característicos puertos nevados. Con el paso de los kilómetros, a eso de 1 para la cima, noté que ya acusaba un poco la fatiga de empezar fuerte el puerto, y es que aún es marzo, y eso añadido a que el frío penetrante te hacía daño incluso al respirar, hizo que en la cima marcase un tiempo de 23´, rebajando 23seg. la anterior marca, pero lejos aún de los registros que se marcan en verano.
Realmente me es igual, se que los resultados van a llegar, porque este año me lo estoy tomando más en serio que otros, y porque ya llevo más cantidad y calidad de entrenamiento a estas alturas que nunca.
El regreso fué tranquilo, hasta Colmenar, con frío si, pero tranquilo.
Vista desde la parte alta de Canencia del valle, la verdad que una imagen bonita donde las haya.
Recta final de Canencia.

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