El día ha sido frío, pero un frío seco, no ha aparecido el temido dios eolo y nos ha azotado como estos días atrás en los cuales hacía que uno apenas avanzase y que casi lo tirase de la bicicleta. La ruta de hoy ha sido corta, apenas 50km., para subir Canencia. Desde la salida de Soto ya Diego nos ha llevado a un ritmo alegre, quizás demasiado, que ha hecho que cuando llegamos a Miraflores la media de velocidad fuese de 31km/h, bastante, teniendo en cuenta que el ritmo de salida no fué muy alto, y es que por esa carretera de "toboganes" que lleva desde Soto hasta Miraflores la verdad que se ha ido muy rápido. Nada más llegar a Miraflores y tomar el desvío a Canencia, el susodicho Diego ha metido un palo de no te menees y en un abrir y cerrar de ojos ya nos metía 100 mtrs. de ventaja, distancia que en esos primeros kilómetros ascendió aun más. Bustillo no se lo pensó 2 veces y salto tras él, mientras que Antonio Raúl se lo tomaba con calma y yo por mi parte, en vez de cebarme con el fuerte ritmo que impuso Diego, decidí mantenerme al mío, eso sí, sin llegar a perder la referencia visual del dúo de cabeza.
Hay que saber que tras un primer kilóemtro durillo, el puerto de Canencia te da 2 aproximadamente de descanso, y es ahí donde aproveché para exprimirme un poco más, momento en el cual atrapé y rebasé a Busti, el cual ya iba tocadillo, y poco a poco comencé a recortar distancias a Diego. Justo al iniciar el puerto, Diego se da la vuelta, por motivos laborales, y yo por mi parte decidí seguir con buen ritmo para delante. Lo cierto es que el paisaje era espectacular, todo nevado, y la carretera limpia con la nieve acumulada en la cuneta, te hacía parecer que estabas en la París-Niza poco más, con sus característicos puertos nevados. Con el paso de los kilómetros, a eso de 1 para la cima, noté que ya acusaba un poco la fatiga de empezar fuerte el puerto, y es que aún es marzo, y eso añadido a que el frío penetrante te hacía daño incluso al respirar, hizo que en la cima marcase un tiempo de 23´, rebajando 23seg. la anterior marca, pero lejos aún de los registros que se marcan en verano.
Realmente me es igual, se que los resultados van a llegar, porque este año me lo estoy tomando más en serio que otros, y porque ya llevo más cantidad y calidad de entrenamiento a estas alturas que nunca.
El regreso fué tranquilo, hasta Colmenar, con frío si, pero tranquilo.



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