miércoles, 7 de agosto de 2013

XXXIII Premio Caloco

Con cierto retraso llega la crónica de la carrera del pasado domingo día 28 de julio en El Espinar (Segovia). Esta vez cambiamos la bici de montaña por la de carretera; desde el 24 de Diciembre del 2012 no corría en carretera, y aunque parezca fácil, hay que ser más avispado que en montaña a la hora de correr.

Sobre un circuito de 100km rompepiernas, y 2 ascensiones, disputamos la carrera. Seríamos unos 180  más o menos, entre las categorías Sub23-Élite-Senior y M30.

Del Rock Sierra-Integral fuimos Turégano, Culebro, Javi y servidor, para correr algo en verano, además de que esta cerca de casa. Después de coger el dorsal, y preparar las bicis, calentamos, vemos la zona de meta y vamos hacia la salida. Tras la señal, los 2 primeros kilómetros eran neutralizados por el pueblo, por cierto, adoquinado, toma ya XD, y luego, salida lanzada, sin mucho misterio, el paquete a 50 todo el tiempo, y así los primeros 20km. en los que eran continuos toboganes y el viento entrado por el lado izquierdo, con lo cual, encunetados gran parte de los primeros kilómetros, y volando a través de los campos segovianos. Aun así, para un servidor que no está muy acostumbrado a ir rodando a tanta velocidad por la cuneta, no hubo ningún momento de tensión o caída, lo cual no esta mal.

En el paso por Ávila, Vallejo del Froiz se puso como un bestia a tirar por las rotondas (en algún tramo marcaba 60km/h el cuentakilómetros, por el plano) y la cosa se puso tensa, ya que tras la salida de la ciudad, venía el primer puerto, que no era muy duro, pero la velocidad y el viento hacía que se sufriese más de la cuenta (como para no sufrir, subiendo a 30). Fue en ese momento en donde se produjo el corte principal, en el que 20 unidades se iban por delante, y como podía iba haciendo la goma por entrar, pero todo fue en balde. Turégano se consiguió meter en el primer grupo, mientras que los demás nos quedábamos en el pelotón (que no serían más de 35 unidades) y veíamos la fila de coches en todo momento.

Las Lanchas era el segundo puerto que había que subir, una subida tipo Cerro de San Pedro, aunque con carretera más estrecha, peor asfalto, y más largo, vamos, mas duro, aunque el viento no entraba con mucha fuerza, si llega a entrar, menudo zafarrancho se monta ahí.

El caso es que desde la cima de las Lanchas hasta meta, quedaban unos 30km. más llevaderos por carreteras secundarias y continuos sube y bajas, rodando siempre a alta velocidad, pero de una manera cómoda, mientras que íbamos atrapando a unidades que del corte cabecero se iban quedando descolgadas.

Finalmente, entramos en meta con el grupo principal, a una media de 41km/h. No muy contentos con la carrera, porque no hicimos nada destacable, aunque por lo menos como entrenamiento vino bastante bien, con una carrera que no tenía prevista hacer.

Ahora, vacaciones, y ya en Septiembre vuelta al ruedo.

¡Nos vemos!