lunes, 15 de marzo de 2010

Los domingos también sirven para relajarse

Después de cuatro días entrenando fuerte, la verdad que a uno le entra la duda de si tanto esfuerzo merece la pena, o mejor dicho, de si tanto entrenamiento compensa. Obviamente, la duda permanece en uno apenas unos minutos, lo que se tarda en enganchar las calas a los pedales y empezar a ir con los compañeros comentado la jugada.
Pero aún así, de vez en cuando el cuerpo y sobre todo la mente te piden un descanso, más aún cuando sales a entrenar, descansas por la tarde y luego sales por la noche con los colegas (que aunque no tomes nada porque te toca conducir, también cansa el estar de parranda).
Así pues, el domingo decidí salir con los de montaña a tocarme las boulings, en plan verano azul, tranquilín y disfrutando de la bicicleta. La ruta fué de apenas 52km. con una media muuuy baja (apenas 17km/h) pero como ya comenté anteriormente, iba a lo que iba, a disfrutar.
Así pues, amaneció bien, pues el día estaba más agradable que los días anteriores (y parece que la tónica va a ser así, viendo como ha sido el día de hoy y comprobando la sprevisiones metereológicas), aunque eso sí, no nos libramos ni del barro ni del agua por los caminos, pero bueno oye, que le vamos a hacer, esto es BTT. Lo bueno que el lubricante que había comprado 1HPR para condiciones húemdas aguantó bien prácticamente toda la ruta (digo bien, porque los últimos 15km. aproximadamente los hice sin una gota de lubricante en la cadena, y con los chirridos que pegaba me preocupaba que se fuese a partir, esto apsa cuando se vadean ríos y se pasan aunténticos charcos de barro, que vamos parece que te metes en una bañera de Milka poco más). Estaba ayer tan pasota que se me fue la olla hasta para hacer las oportunas fotos, y eso que el paisaje, aunque no fuese el de montaña, era muy bonito, en fin, que me hicieron una al final apurando y todo, pero vamos por cumplir el protocolo.
Lo mejor, las cervezas del final, que no nos vamos a engañar, pero ya es tradición que con la de montaña al final de la ruta uno se tome su buena jarra de cerveza con limón (si no son 2 o 4 como una vez, que llegue ya medio atontao a casa) mientras comenta la jugada y arregla el país.
Lo malo, que por salir con todo el frío el sábado y dormir poco esa noche, juntado a la ruta de ayer, ahora tengo un trancazo que espero que mañana sea menor para salir a entrenar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario