viernes, 19 de marzo de 2010

Jornada pasada por agua

Hoy era el día del padre, y como tal (aunque uno aún no lo sea y le falte bastante para serlo) tocaba la salida especial de todos los años. Se trata de una salida de 140km. rompepiernas en los cuales se va a comer tortilla y un poco chorizo, usease, romper lo que viene siendo la dieta ciclista, pero que vamos, por una vez que se haga tampoco no s vamos a morir ¡digo yo!.
El caso es que el día amenazaba lluvia, y claro, eso es un problema, no por la lluvia en sí, sino por el hecho de que te empiece a llover a 70-80km. de casa es una faena, así de claro. De todas formas, en la salida a las 8:30 ya había un grupillo de unas veinte personas, pero aún así, algunos dudábamos de que fuésemos a hacer toda la ruta, que a uno le gusta la bici pero mojarse no.
Total, que cuando llegamos a Soto, Roberto mi padre y yo decidimos realizar otra rutilla, más próxima a casa por si las moscas. El caso es que tiramos de Soto a Guadalix, para de ahí subir a Miraflores y bajar a Soto de nuevo otra vez. Una vez en esta localidad decidimos tirar para subir las cabras, a ritmo eso sí suave.
A la hora de comenzar la subida, comienza a caer el agua, una fina capa de lluvía, que sin ser un diluvio, iba calando poco a poco; lo bueno, la temperatura, unos agradables 13-14ºC hacían que no se pasase tanto frío.
Llegamos arriba a un ritmo cochinero, sin ir tampoco despacio, y qué sorpresa, nos encontramos con otro grupo majo del club que han salido a las 9:30 y que han decidido hacer la clásica en vez de ir a la ruta del padre. Mejor, por lo menos hacemos un grupillo majo, y piano piano llegamos a Cerceda con 70km. justos y clavados. La jornada asomaba interesante, pues con lo que tenía en mente hacer me iban a salir unos 130km.
Así pues, tomamos el refrigerio en el Jotas de Cerceda, tranquilamente y comentando la jugada, cuando fuera empieza a caer el diluvio universal. ¡La leche!, pienso, así no hay quien tire para el Mojón, ni alargar entrenamiento ni leches en vinagre, a acortarlo acordamos todos. El caso es que decidimos acortarlo, tomando la carretera que va de Cerceda a Colmenar directamente, que son alrededor de unos 10km. y encima calaos hasta los huesos (aunque repito que sin pasar nada de frío)
Para mojarnos menos, usamos un poco la cabeza, y Roberto y yo nos ponemos a tirar de la grupeta.
Riéndonos un rato (parecíamos críos con el agua la verdad) llegamos a casa en otra jornada más de cara a ir pillando el punto de forma.
Aquí os dejo unas fotos de la jornada, la cual al final se saldó con 87.2km.
Así estaba el día en Soto a eso de as 8:45, mirases donde mirases se veían las mismas nubes.
La grupeta en pelno camino bajo el agua.
No se si se parecia en esta foto, pero la cannondale cogió mas mierda que en toda su vida. Luego me llevó un buen rato por la tarde limpiarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario