sábado, 2 de abril de 2011

Se va con lo que se tiene

Esta mañana tocaba inspeccionar el circuito de Villa del Prado. Según llegamos lo típico de saludar a la gente, y una mirada que seguramente se repita mañana según me levante: Mirar el cielo. Allí a lo lejos vienen unas nubes que muy buena pinta no tienen la verdad, así que esperemos que mañana no llueva, porque no me apetecería correr con barro, aunque el terreno no tiene pinta de embarrarse nada, y porque un poco de calorcito y solecito apetece.
El circuito, difiere algo del del año pasado, un poco más corto, aunque sigue contando con los tramos duros, y eso sí, 5 vueltas no nos las quita nadie. Aun así, lo podemos diferencia en 2 partes. La primera, la más dura, la que cuenta con más subida y que se hace en un altillo entre árboles, con el terreno suelto en las bajadas y con un tramo chulo para arriba con curvas de 180º. Un tramo que se puede hacer con el plato grande, solo que no se yo que tal moveré el 42 en las últimas vueltas. Creo que aquí es donde más tiempo puedes meter, porque la 2ª parte, que se hace junto a unos depósitos que hay paralelo al altillo, realmente tiene una subida un poco complicada, ya que tiene un escalón de los de echar la bici al hombro, y una bajada un pelín técnica y rápida, pero poco más, un par de subidas de 500 metros la más larga que realmente pienso que aquí mucho mucho terreno no se podrá o meter o quitar. Luego, después del reviereo por los depósitos, un plano rapidísimo y encaramos la zona de meta.
Resulta curioso, es aquí donde hace un año fuí a correr y sólo aguanté una vuelta. El cabreo de mi padre por haberle hecho perder el día en ir hasta allí fue justificado, y mi moral se fue a los suelos. Ahora vuelvo un año después (bueno exactamente exactamente 1 año no) con ganas de terminar y con sensaciones buenas que pienso que me ayudarán a hacer una buena carrera.
Muy sencillo, seguir atentos al blog y sabréis que tal me fue.

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