jueves, 18 de febrero de 2010

Por fin

Menos mal. Después de una semana con un tiempo de perros (el lunes nevó, el martes nevo y llovió y ayer miércoles llovió también), hoy se ha podido salir a entrenar.
Debido a que prácticamente nadie, o mejor dicho, nadie ha salido durante esta semana, hoy tocaba algo tranquilito, nada, de Colmenar a Cerceda a tomar el café y vuelta por el Mojón.
Salimos una grupeta de 5 a un ritmo cómodo pero alegre, que tampoco es plan ir a ritmo verano azul, y comentando la jugada del trabajo, estudios en mi caso, de tal material o aquel otro, la carrera de no se donde, etc... Total que entre pitos y flautas llegamos a Cerceda y nos tomamos el café tranquilitos. A la vuelta, a la altura de Soto Busti y Antonio se tuvieron que desviar para Colmenar, y Puskas Diego y yo tiramos dirección Guadalix para subir el Mojón. La cosa es que pensé que ibamos a hacer toda la subida tranquilitos, pero naranjas de la China. El Mojón a toda pastilla, la primera vez que hago la subida entera con el plato grande (un 53) y metí de piñón más alto el 21. Al llegar arriba (una subida de unos 5 kilómetros aproximadamente, digo aproximadamente porque así a bote pronto es lo que creo que tiene de longitud)me sabía la boca a sangre, y por primera vez encima de la bicicleta en mi vida he tenido un par de minutos con flato. Un día que pase otra vez por el Mojón tranquilito haré fotos para que veaís la subida y os hagais una idea, no tiene desniveles bestias, pero eso sí, el viento entra por ahí de lo lindo.
La bajada hasta casa fué tranquililla, para ir soltando las patas y comentando la jugada, y ya en casa ducha calentita y para descargar mejor las piernas y ayudar a la circulación, ducha fría para el tren inferior.

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