miércoles, 25 de agosto de 2010

La Pedro Delgado

Bueno, después de 3 días me decido a escribir en este espacio la experiencia de la Pedro Delgado. Si soy sincero, la experiencia no fué mala, tampoco es que fuese pésima, pero no pasará a mi recuerdo como la mejor perico.
Ya al despertarme la cosa comenzó mal: Mi padre, no había sido capaz de pegar ojo en toda la noche, se le veía malhumorado y con un cansancio en los ojos que ni entrenando con 3 puertos. Finalmente, decidió lo más sensato, quedarse en casa y no acudir a hacer la marcha. Por mi parte, tocó tirar de móvil y llamar a Óscar el presi para así poder ir con él. Ya tenemos un punto negativo.
Llegamos a Segovia a eso de las 7 y veinte, es decir, lo que viene siendo 40 minutos antes de la salida. En 10 minutos cargamos bolsillos del malliot, nos colocamos las zapatillas, casco, guante y gafas y vamos para la salida. Este año vamos bastante menos gente del club, pero mucha menos, no creo que lleguemos a 15 personas. Llegamos al acueducto, y está el pesado de Chico Pérez (al cual respeto, pero en la salida de esta marcha es un poco sopor) con el sermón de todos los años. es acojonante el tío, no se cansa de hablar, la verdad que más que para periodista de ciclismo iba para político, y a buen seguro que lo hacía mejor que los que manejan el cotarro.
Se da la salida, y tardamos un montón en salir. A diferencia del año pasado, este año estamos peor colocados. Menos mal que la salida es neutralizada al principio, porque si no iba a coger a los primeros su p--- madre.
Entre frenazos, adelaantamientos, algún que otro improperio, llego a la cabeza, y mira por donde, tengo la suerte de rodar un rato junto a Valverde.
Comenzando las 7 revueltas, yo ya noto que no voy bien. Las patas las tengo como estacas y no me gusta las sensaciones que voy teniendo, el pulso no sube y no soy capaz de coger un ritmo cómodo. Así, corono 7 revueltas y en el descenso cojo al grupo de Diego, Jesús y Lorenzo. La bajada rápida pero sin más complicaciones, hasta comenzar Morucera, y.....3 pares de lo mismo, que no, que no voy, me quedo, me adelanta gente que en condiciones normales no me dejaria, el pulso no sube, o peor, sube de golpe por encima de 190, para vokver a bajar....¡vaya mierda!, pienso yo, y razón que tengo, ir así es un cagao. A mitad de puerto me encuentro a Pili, la mujer de Diego que me da un bidón, el cual debía llevar algo de isotónica, pero me sentaba fatal, me parecía que el agua llevaba lejía, en fin, una porqueria (con esto no quiero criticar a Pili ni mucho menos, sino que era la sensación que me daba a mí el agua, aun así, chapeu la ayuda de Pili), y en el avituallamiento de Morcuera ¡¡¡No hay plátanos!!! a tomar por el ---- o pera o sandia, jode. Me tomo un aquarius, cambio el agua, y me tiro para Canencia, el único puerto que subí con buenas sensaciones, es decir, de los 30 y tantos kilómetros que se suben en esta marcha sólo subí cómodo 7 de ellos como muuucho.
En el llano de Lozoya, nada, en un grupo a rueda, entrando alguna vez al relevo, pero vamos, sin alardes, guardando para Navafría, pensando en subir mas cómodo, cómodo, iluso de mí, Navafría fué un suplicio, tanto que llamé a mi padre para que me viniese a buscar, porque yo ya pasaba de estar haciendo el paripé, sin ir ni pa´lante ni pa´trás. En esas apareció Michael y me convence para seguir.....el resto, nada, llano hasta Segovia, pero con poca ilusión la verdad, entrando mucho al relevo, pero rabiao por la situación.
El tiempo final, 5hrs. 17min. 18 seg. es decir 17 minutos y 5 segundos más que el año pasado con el doble de entrenamiento, tiene pelotas la cosa.
En breves subo las fotos.

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