Campeonato de Madrid XC

Vamos allá con la historia de esta carrera realizada el domingo 3 de julio en la localidad de Cadalso de los Vidrios.

Los días previos fueron malos no, lo siguiente. La porquería del aire acondicionado había hecho que cogiese un resfriado esa misma semana, y de milagro gracias a un antibiótico pude quitarme de encima gran parte del mismo. Digo gran parte, porque no se me fue del todo ni los mocos, ni la tos. 

Así que podemos decir que me acerqué a la carrera en torno al 75% de mi capacidad física. Eso, para una marcha, te puede valer, pero para un campeonato, y más en categoría élite (sin desmerecer el resto de categorías), no  tienes ni para pipas.

Esta vez me tocó el nº 12. Tiene gracia, cada vez que va Borja a por mi dorsal, me toca un nº más bajo que cuando voy yo, así que ya se a quién tengo que decirle que me recoja los dorsales.

Tramo final de la subida más dura

De los dorsales, pasamos al calentamiento dando una vuelta de reconocimiento al circuito, ya que al final no pude ir días antes a verlo. Hay una diferencia abismal entre ver un circuito los días previos, a verlo una hora antes de la carrera. Con apenas una vuelta, pude diferenciar en dos partes un circuito que es lo más ratonero en lo que he corrido. Una primera parte laberíntica, en la que es curva-contracurva-curva-contracurva, así todo el tiempo, a lo que hay que unir subida-bajada-subida-bajada, hasta el kilómetro 4 más  o menos (nota: si sufre mareos, no olvide tomarse la biodramina, en caso de duda, consulte con su notario para el tema del testamento), pasamos a una zona de pista (si es que se puede llamar así) reventada (aquello parecía haber sufrido la batalla de San Quintín), con pedrolones sueltos que hacía difícil mover la bicicleta, para volver a un tramo de sendero ratonero (de nuevo, no olviden la biodramina), enfilar la bajada más técnica de todas (si sufre vértigo, agárre fuerte el manillar, cierre los ojos y que sea lo que tenga que ser), y pasar a un tramo paralelo a la zona de meta, más rápido y un poco más ancho, en donde se podía visualizar mejor el recorrido, porque los árboles desaparecían.

MALOS PRESAGIOS

Llego tarde a la parrilla (esto es Hispañistán). Ya estaba casi montada, cuando acercándome, oigo las voces de Virginia, la novia de Borja, diciendo que espabile y tire para la parrilla. Llego justo en el momento en el que el juez nombra el nº 12. Ufff por los pelos (Ni Jhon Wayne). A mi lado se sitúa Alexis y Eduardo Camarón (este último posterior campeón Sub23), y comenzamos a charlar ¿tranquilamente? un poco antes de la salida. En el momento del piiiii salgo muy tranquilo, quizás demasiado, lo que hace que no me coloque en una buena posición (salgo peor que un Minardi). Ahora que lo pienso, fui un imbécil de mucho cuidado (Cosa que me suele ocurrir a menudo). Podía haber acelerado mucho más para coger una buena plaza, y en vez de eso, me conforme (¡Gilipollas!). Por lo menos, otro error del que he aprendido: Nunca nunca, conformarse en salida. 

Me coloco a rueda de Alexis, en fila de uno (normal, en un sendero ir de 2 como que es difícil), y comenzamos la subida más dura y difícil, en donde muchos ponemos el pie (al haber un tapón, cosa que no te comes si sales delante) y comenzamos las penurias. Aquí ya es donde me doy cuenta de que voy fatal (El tapón del radiador vibraba demasiado). Es normal llevar el pulso alto en las salidas, pero no que cuando quieres respirar fuerte, oigas un piiiiii del aire al pasar por la garganta, y tener la sensación de que tienes una lija atravesada en el esófago. A eso, debemos añadir el hecho de que por la nariz no podía respirar, ya que estaba con mocos, que me tapaban toda la zona de la napia y el bigote. En mi vida me había costado tanto respirar (vamos, parecía un Vespino a pedales con los topes puestos). Como os podéis imaginar, poco a poco el caballo se va, y consigo a duras penas mantenerme a rueda de algún rezagado que iba por esa zona. Los M30 y Senior por detrás comienzan a apretar mucho, y eso hace que vayas perdiendo ritmo (¿Ah, que llevaba ritmo?). Estuve a escasos 3 metros de Dani del Arroyomolinos, pero en una bajada se me escapó, y me quedé más solo que la una, desde la segunda vuelta hasta la última que dí.

DOBLADO

El escalón que había en la bajada más técnica

Es la primera vez que los punteros del Open de Madrid me doblan este año. Ya pensaba yo que eso no iba a ocurrir este año y mira, en la última va y me ocurre. En la cuarta vuelta, me enganchó Diaz de la Peña y Chivato (Por lo menos, de los primeros en doblarme fue un amigo), al poco Escolar y Carrión, y posteriormente otro corredor y Adrada. En ese momento, en la zona de avituallamiento me bajé de la bici, sin embargo, andaba por allí Matamoros (campeón este año de M50), y me dijo que así no, que ni se me ocurra, aunque fuese a rastras que tirase para meta (Ahora, doy las gracias por esa bronca que me gane con todo derecho por gilipollas). Me convenció, di media vuelta, me subí en la bici, y enfile rumbo a meta (A lo Forrest Gump, pero en modo cutre). Al llegar, como había sido doblado, me quitaron de carrera. (Por listo)

CONCLUSIONES

Simplemente, que hay que darlo todo en las salidas, pero cuando no se va y te toca el día tonto, pues es lo que hay. No es que la haya jorobado por usar mal el cambio, o por ser un fogoso y desfondarme, no, simple y llanamente no iba. ¿Que si no hubiese estado malo lo hubiese hecho mucho mejor?, de eso no tengo ninguna duda, pero bueno, las carreras son así, unas veces les pasa a unos, y otras veces a otros, no hay que darle más vueltas.

Desde aquí, dar mi enhorabuena a Borja Chivato, campeón élite de Madrid. Como me alegré por él, y encima mira, una vuelta a casa alegre en el coche comentando la jugada.

También a Camarón con su Sub23 y a Matamoros con el título en M50. Felicitar también al resto de ganadores en todas las categorías (lo siento, pero aún no me se los nombres de todos jejeje)

Y con esto se cierra el circulo de carreras en Madrid este 2011. El año que viene, seguro que lo haré bastante mejor, con más experiencia, y buscando el mismo objetivo de terminar y pasármelo bien, y seguir cogiendo experiencia.