Esta carrera ha sido la cruz de la temporada.
Resulta paradójico, en el momento en el que vas genial, disfrutas encima de la bici, vas rápido, recuperas y asimilas la carrera de la semana anterior, etc. en ese momento, cuando vas en cabeza, y comienzas a apretar porque ya ves que el cuerpo empieza a entrar en calor (y es que tras las salidas, me lleva mi tiempo coger el ritmo), en ese momento, es justo cuando viene lo peor: Rotura de la tija.
Y así fue, en un tramo que atravesábamos un arado, en un instante en que iba en cabeza de carrera con el grupo, pero que había conseguido adelantar unos cuantos metros, justo en ese instante, hizo "clac", y por la mitad. Adiós carrera, y adiós liderato por supuesto.
Dentro de lo malo, no me paso nada a mí, ya que no hubiese sido extraño que me hubiese clavado la tija o haberme hecho un buen corte. Por suerte, no iba en ese preciso instante sentado, fue al golpearme en el muslo el sillín cuanto esta partió (vamos, como a Fontana en los JJOO de Londres). Perdemos por tanto el liderato del Open, pero bueno, no vale de nada llorar, ahora, a mirar para delante, y a dar guerra en las pruebas que aún quedan por disputarse, aunque va a ser muy difícil.
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