IV Open de Madrid: Becerril de la Sierra

Este 2013 debutábamos en el rally un poco más tarde de lo habitual, y en un circuito que año tras año está ganándose a pulso convertirse en uno de los míticos de Madrid: Becerril de la Sierra.

Iba la verdad con ganas de hacerlo lo mejor posible, pero no con la motivación suficiente por correr carreras de rally (en el 2012 ya dije que acabe saturado de ellas, y es que ya son 2 años sin hacer esas "burradas" de 7-8 y hasta 9 horas (e incluso 14, como en la Salzkammergut). Aun así, como está cerca de casa, no vamos a hacer ascos a la carrera, y no por ello voy a escudarme en el resultado de carrera, que me dejó un sabor agridulce.

Así, tras media hora de retraso (no se quién será el responsable, pero es para hacérselo mirar), nos dieron la salida, y como se caracteriza este tipo de pruebas, a todo gas. Me sorprendió que salí relativamente bien, en torno a la décima plaza, si tenemos en cuenta que salía desde la 2ª-3ª fila, no está del todo mal. El circuito, como ya expliqué alguna vez, no tiene mucho misterio, es subir hasta lo alto de un monte, y bajar por un sendero técnico, de plano, no tendrá más allá de 400 metros. Las 2 primeras vueltas me vi bastante bien, con fuerza, y para arriba carburaba bien, iba en una posición que consideraba bastante buena para mí (en torno al 10º de la general), y contaba con ir a más, pero ocurrió justamente lo contrario. En las bajadas, el tramo del colacao se me atragantó muchísimo, de hecho, en la primera vuelta, puse un pie, en la segunda, ídem, en la tercera al suelo, la cuarta casi, y la quinta corriendo (debe ser, que como soy más de Nesquik, no me iba eso del colacao), por lo demás, todo bien, salvo el escalón previo a dicho tramo (y bueno, más que el escalón, justo la curva cerrada que había antes, en donde, tras el paso de muchos corredores/as se había modificado un pelín la trazada, y yo erre que erre con hacerla por el mismo lado, lo que hacía que literalmente me fuese contra los matorrales en las tres últimas vueltas, con caída encima de uno de ellos en la cuarta, que me tuvieron que sacar los de protección civil de ahí).

Así que, en la 3ª la que peor pasé, tampoco iba tan tan mal, un pequeño momento crítico es aceptable. El problema es cuando a la 4ª vuelta empiezas a caerte bajando, ya son 2 veces seguidas forrando, y empiezas a desmotivarte porque entre que te levantas, ajustas el sillín porque está mirando a Cuenca, y tal, te cogen, te pasan, otra vez a cazar, y venga para abajo de nuevo, vamos, que empiezas a comerte el coco porque ves que pierdes puestos, y es que en esta categoría la gente anda, y mucho, y cualquier puesto perdido, adiós muy buenas.

La 5ª y última vuelta, sin duda ya fue de recreo, hacerla por hacer, ni me digné a probar las bajadas, y eso es una cosa que me tengo que echar en cara, se debe competir hasta el final, no dar una vuelta ya por perdida como si fueses en plan verano azul, a verlas venir.

Al final, 16º de la general y 13º élite, y hablando mal, me jode, porque creo que hubiese podido quedar bastante mejor. Pero como en la rula no se pregunta, se apunta, no vale de nada quejarse, y simplemente hay que mirar a la siguiente prueba, este domingo, en Marchamalo. A fin de cuentas, estoy mejor que la semana pasada, y creo que he podido recuperar un poco la forma, que no me va a venir nada mal.

Desde aquí, aplaudir a Borja Chivato, que uno siempre se alegra de volver a ver a los amigos, a Javier, tercer Sub-23 que se marcó un carrerón y acabo 9º de la general, a todos aquellos amigos que hacía mucho que no veía y que volví a ver compitiendo con ellos Dani, Álex, Isra, Alexis, Nacho (otro carrerón), etc. (a los que se me olvidan, disculpadme), a Gabriel y Rober por animarme a tope, a Nieves RG (no olvidéis visitar su blog), y a la gente de Villanueva Bikes por sus fotos de gran calidad.

Dadme un par de días, y también lo escribiré en inglés (que me va a venir bien jeje)