martes, 11 de marzo de 2014

Carrera de Pepino 2014

El domingo 9 de Marzo se disputó la carrera de Pepino, la cual tiene su renombre por la zona centro, con un recorrido chulo, mucho sube y baja en el tramo inicial, y con un regalo en el km.55 aproximadamente en forma de puerto, el Piélago.

Como este año me apetece hacer carretera también (sin abandonar la mtb por supuesto), decidí ir con los compañeros del equipo a correr al pequeño pueblo. El día, aunque con viento, se presentaba con una temperatura muy agradable, rondando los 15ºC en la salida.

Después de preparar todo el tinglado, nos colocamos en la línea de salida y comenzamos la carrera. El inicio se rueda cómodo en la parte trasera del pelotón, los primeros 3-4km. después de la cual, nos incorporamos a una carretera nacional, más ancha y de mejor firme, donde es más fácil rodar y avanzar posiciones. Así, nos tiramos los primeros 30km. con la subida al Castillo de Bayuelas incluida, de recargo, como quien no quiere la cosa. Una subida de estas que la haces a mil, y en la que encima te pican las piernas.

A partir de aquí, el terreno empezó a ser pestoso, mucho sube y baja, pero sobre todo sube. Yo no veía cabeza del paquete ni a la de trés, por más que lo intentaba, avanzaba 10 puestos, y en un frenazo los volvía a perder. Esa era la tónica hasta que vi a Culebro, me puse a su rueda, y a verlas venir.

Y vaya si las vi venir, en una curva de 90º a la izquierda, apareció un rampón de narices, de esos de quitar plato, aunque algún tarugo lo quiere quitar en plena cuesta y claro, pasa lo que pasa, que se sale la cadena y prepara una en medio del paquete del copón. A partír de ahí, los siguientes 3km fueron un calvario a rueda de Culebro mientras adelantábamos posiciones. Yo solo leía lo que ponía su rueda "Bora, bora, bora, bora...", porque si levantaba la cabeza de lo que quedaba me daba un susto y dejaba de dar pedales. Así fueron los siguientes 10km. un suplicio, con carretera muy rota, estrecha, y con alegría, para llegar a la subida de la gasolinera (que yo no la vi por cierto, a mi me pareció un restaurante más que una gasolinera).

Aquí fue donde perdí comba con el grupo delantero, una lástima, pues me hubiese gustado aguantar más, sobre todo viendo que a continuación venía el puerto. Pero me tuve que conformar con ir a rueda de 2 orquin todo el puerto, aguantando, los 6-7km de puerto, sobre todo los tres últimos, si que fueron un suplicio, pero como este deporte es de sufridores, apretar el culo y para arriba, no queda otra. Es cierto que intenté un cambio de ritmo a ver si cogía al grupo delantero, pero cuando no hay, no hay, no valgo ni para tacos de escopeta, o ando menos que la moto del alpiste, que ni corre ni existe, como se quiera ver.

Así que volví al redil del grupillo, y de ahí, a relevos, y tranquilos, hicimos los 10 y tantos kilómetros restantes, por carretera nacional de nuevo, con buen piso, y mucho viento de morros. Alguno, que se debía de pensar que estábamos en la meta de San Remo, arrancó faltando 1km. pero que vamos, se esprinta para ganar, no para hacer el 30, y menos, cuando nos ha metido 5 minutacos el ganador.

De nota me pongo un 6, pero porque ahora no doy para más, voy con alfileres al examen, a ver si me da por estudiar con más continuidad y puedo llegar al notable.





Febrero

Después de mucho tiempo sin escribir por aquí (de hecho, es la primera vez desde que este espacio está abierto en el que me quedo un mes sin escribir), toca al menos volver a ponerse al día en cuanto a los entrenamientos y las competiciones, que las ha habido. Para empezar, haré un breve resumen del mes de febrero:

El pasado mes empezó con un tiempo de perros, llegando a llover hasta 10 días seguidos; si a eso le unimos el haber estado fastidiado, da como resultado que los entrenamientos fuesen pocos y encima de mala calidad. Aun así algún día sacamos, pero en este deporte ya se sabe que en cuanto pierdas la continuidad, enseguida bajas dos escalones de forma, como me ocurrió a mi. 

Poco a poco se iba acercando la primera carrera de la temporada, el rally de los embalses, para el cual, únicamente entrené en serio esa semana. Sobre todo me gusto de ese día el entrenamiento por la zona del Atazar, muy dura, de fondo, pero por carreteras en las que apenas hay tráfico, lo cual se agradece bastante.

Llegados a este punto, fui a disputar la prueba anteriormente mencionada. Como es la primera del año, siempre hay nerviosismo, pero lo cierto es que esta vez no fue asi. Mi objetivo estaba claro: realizar un buen entrenamiento. Para ello, iría a tope hasta donde llegase, y una vez pegase el reventón, a llegar a meta como pudiese. El caso es que la jugada no me salió nada mal. A ver, teniendo en cuenta que había nivel, y que no estoy donde debería estar, un 20º puesto de la general para mi no es tal mal resultado, digamos que me doy un 5, aprobado ;) . El resumen de la carrera es bien sencillo: Penar y más penar en el grupo delantero, hasta que aquello revienta y cada uno va como puede. En el kilometro 30, tirando de un grupo de 8 unidades, me atrapa un corredor del 101, y el bestia, se tira apretando los 32 kilómetros restantes el solo, con algún que otro relevo por mi parte. Así, llegamos a meta él en el pueto 19, y servidor en el 20º y 6º élite.

A partir de aquí, las semanas han sido de entrenamientos de calidad, intentando ir cogiendo la forma, pero sin pasarnos (y ahí vamos, por el buen camino), y disfrutando de la bicicleta todo lo que se pueda, que solo con salir con ella ya lo estás haciendo.

La siguiente entrada, la de la carrera de Pepino.