viernes, 23 de abril de 2010

Después de tanto tiempo, besé el suelo.

Hoy me apeteció probar la de montaña, ya que recordaréis que el miércoles le puse cadena y pastillas nuevas. El recorrido que iba a hacer era uno sencillo cerca de Colmenar (a mi madre no le gusta que me vaya por ahí solo con la de montaña, y la entiendo). El recorrido en cuestión tiene una longitud de unos 10km. y tiene de todo, tramos técnicos (de subida y bajada), zonas de rodaje, subidas (no muy bestias eso sí) y normalmente suelo darle unas 3-4 vueltas según me vea. Lo hago porque así saben en todo momento por dónde estoy, y porque por esa zona suele pasar gente.
Total, que tras haber dado la 1ª vuelta y comenzar la 2ª, empiezo a bajar por el cencerrero (los que hayáis hecho la marcha de Colmenar, se trata de la última trialera en subida, pero en sentido contrario), y cuando menos me lo espero, ¡plas!, salgo de orejas por delante del manillar. No iba muy rápido, y pongo los brazos para no golpearme con la cara, pero con tan mala suerte que el codo derecho me golpeó con una roca y la verdad que se me hizo un boquete pequeño que empezó a sangrar.
Así que nada, se me jorobó el entrenamiento, vuelta para casa, ducha y al ambulatorio a que me lo limpiasen bien. No me preocupa mucho porque es chapa y pintura, me preocupa más las rodillas, que golpeé con el cuadro (sobre todo la derecha) al caerme y me molesta un poco.
Por lo menos la doctora que me atendió estaba buena, así que me alegró algo la tarde. Lo negativo que me puso un vendaje de la leche, así que mañana bajaré después de entrenar a que me pongan una rejilla para correr bien el domingo en Villa del Prado.
Ah, la bici en perfectas condiciones, sólo se arañó un poco el cuerno, y como que me da un poco igual que se arañe el cuerno.
Mañana entrenamiento suave con la de carretera con los compañeros del club, y el domigno al Open que nos vamos.
Saludos.

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