Hoy ibamos a salir Jorge y yo a rutear un poquillo con las ruedas gordas, y ayq ue estaba de paso me acordaba como era ir a lomos de la KTM.
El caso es que la ruta de hoy era ir hacia las Hoya de San Blás, desde donde se disfruta de una vista bonita y muy chula, amén del descenso que se puede hacer por un singletrack muy bonito y técnico.
La hora de salida era las 16:30, y ahí estábamos los 2 mirando hacia las montañas. Lo cierto es que el panorama no era nada pero que nada halagüeño: Nubes grises, con cúmulos altos de los que vienen cargados de agua para el norte, pero es que dirección noroeste, es decir, hacia Cerceda, ya eran unas nubes negras como el carbón lo que nos amenazaba con descargar todo el agua sobre nosotros, y lo que es peor y ya no me da tan buen rollo, bajo una tormenta increíble.
Así que como los caminos y las montañas van a seguir ahí, y nosotros no nos ganamos la vida con esto, decidimos dar media vuelta y aplazar la ruta para otra ocasión. Una cosa es que te llueva un poco, o incluso mucho pero que te pille a mitad de camino, o que sea una carrera, pero otra muy distinta es que lo haga nada más salir de casa con una tormenta del 15 y bajo un aguacero enorme.
Así que la jornada del viernes tarde, se ha quedado en actualizar el blog, merendar algo e ir a tomar algo con los amigos, haber si para mañana el tiempo mejora y podemos salir a entrenar con la grupeta.
Me da rabia, porque hacía tiempo que no veía a Jorge, y la verdad que ruetear con él se hace bajo una filosofía totalmente diferente a como lo vengo haciendo normalmente sobre la de montaña. Es decir, pasamos de un estado agónico a una finalidad puramente recreativa.
Lo bueno, que la breve salida de 5km. de hoy me ha servido para comprobar que después de más de 2 meses de estar in usarla, la KTM sigue llendo de maravilla, y que sólo ha necesitado una recarga del líquido de la rueda trasera.
Aqui vemos a Jorge lamentándose del panorama que se nos presentaba
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