Ayer toco un entrenamiento de los de calidad. La ruta consistió en hacer la vuelta a los puertos, subiendo primero el de Morcuera y posteriormente el de Canencia. Es decir, primero ascendíamos a un 1ª y luego nos encaminábamos hacia un 2ª. Entre medias, llaneo por el valle de Lozoya, en el que suele entrar el viento, aunque no fuese ayer el protagonista.
La salida con los compañeros de grupeta, tranquila, mucho más que otras veces que acostumbramos a salir del Canto de la Virgen. Iba junto a mi padre, y así podía charlar un rato con él antes de llegar a Soto y comenzar a subir la cuesta de los pobres, unos 600mtrs. a un desnivel de un 10% aproximadamente, vamos, lo que se llama rampa toca-narices, sobre todo en su parte final. Segun nos vamos acercando a Miraflores, nos comienzan a pasar camiones del Spiuk, del Andalucía_Cajasur, y es que ayer, la Vuelta a Madrid finalizaba en el alto de Morcuera, es decir, por donde íbamos a pasar nosotros, solo que unas cuantas horas más tarde.
MORCUERA
Comenzamos el puerto, y Lalo y Antonio-Raul deciden tirar para delante, a ritmo fuerte la verdad, mientras que yo decido aprovecharme de Michael que impone un ritmo que poco a poco nos va acercando a los compañeros que iba por delante. Iba tan cómodo a rueda del irlandes, cuando nos pasa Diego plato grande en ristre a velocidad crucero. Es encontres cuando debo hacer lo mismo, es decir, meter el 52 y ponerme a su rueda para así poder llegar a enlzanar con la pareja delantera. El caso es que veía que nos acercábamos, pero que a más de veinte metros no nos acercábamos, así que decido aprovechar que aún hay terreno para poder seguir manejando el plato grande para acelerar y coger al grupillo. Cuando llego a su altura, llevábamos ya 1.7km. de puerto, de un total de 9.6; momento en el que decido meter plato pequeño y recuperar un poco a rueda, aunque he de decir que había rondado la idea de llegar y tirar para delante.
Así, sigo a rueda intentando recuperar un poquillo, y esperando la llegada de Diego, que venía por detrás. El caso es que miraba cada poco tiempo y veía que le costaba entrar en el grupo, y que para cuando lo hizo, nos quedaba ya poco para llegar al kilómetro duro, del 5 al 6 a un desnivel máximo del 12%. Iba cómodo, pero veía que podía bajar mi mejor tiempo en este puerto, y ya que estaba, decidí intentarlo. Así, cuando llegamos al kilómetro duro, y sobre todo al ver que disminuía el ritmo, decidí salir por mi cuenta, pues veía factible el objetivo que me había propuesto.
Tras pasar el kilómetro duro, tenía 2 opciones: o bien metía el 21 e iba un poco más atrancado pero con fuerza avanzando más metros y así cada vez que me pusiese de pie metía el 19, o por el contrario iba con el 23 con mucha cadencia, y cada vez que me pusiese de pie podía meter el 21 o el 19. Me decanté por esta última opción, ya que prefiero ir con mucha cadencia. Así pues, realicé los 5km. que quedaban de ascensión a unos 18km/h de media, a 22km/h cuando me ponía de pie, lo cual hizo que sufriendo mucho, llegase a la cima bajando mi mejor marca, que era de 32min. 16 seg. y dejándola en 31min. 47 seg. y eso que podía haber bajado aun más si no se me atragantan los últimos 300 metros.
Se que está lejos de los 27-28 minutos que manejan la gente con los que voy ahora a entrenar, pero para mí, bajar de 32 minutos ya es un logro, y de 31:30 como me he propuesto este año sería la repera. Ya los 30 o menos ya llegaran si tienen que venir en su momento.
EL RESTO
Por lo demás, se trato de una jornada de entrenamiento muy bonita, con su parada a los bollos y la coca-cola, y que incluyó una serie final por el plano dirección a Cerceda.
Al final la ruta nos salió 128,7km. de calidad, que me vcinieron muy bien para ver que estoy en forma
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